Nosotros,
el grupo Gymp, integrado por Diego, Javi y Arturo, hemos realizado un corto
llamado Break´n Time, que está
protagonizado por los abuelos de Diego y grabado en la casa de los mismos. En este corto intentamos plasmar el paso del
tiempo con la escritura del anciano y de qué manera él mismo rompe el tiempo
para permanecer junto a su mujer.
Durante
el corto podemos escuchar el sonido de un reloj, mientras él va escribiendo
inconscientemente.
En
el momento en el que se rompe el lápiz se destruye esa barrera.
Este
vídeo tiene un final alternativo, en el que el anciano toma la chaqueta y sale
por la puerta. Con esta secuencia queríamos plasmar cómo al romper la barrera
del tiempo él se levanta y sigue viviendo su vida felizmente.
Profesor:
Y
sin embargo, unido ese segundo final al resto de la película, ese seco cerrarse
de la puerta, indicaría también un corte, un final definitivo, un olvido
definitivo, un dejar atrás, un romper el pasado, un cambio y un tránsito tal
vez hacia otro lado.
Pero
también, con esa brusca y solitaria desaparición, una despedida y un
reencuentro.
¿Y
qué más?
Tiempo,
tiempo, tiempo, tiempo reflejado en aquel trozo de hielo, tiempo congelado que
no ve el momento de descongelación.
Nervios,
tensión, incertidumbre, reflexión, al tiempo se unían.
Nervios
por el fracaso.
Tensión
e incertidumbre por la descongelación.
Reflexión
por el momento vivido.
Tiempo,
tiempo, tiempo, ¿se hace más pequeño o es sólo nuestra imaginación?
Volver
a los nervios, a la tensión, a la incertidumbre, a la reflexión que se unían al
tiempo.
La
aproximación que a cada minuto de aquel tiempo surgía en forma de nuevos
sentimientos, a nuevas sensaciones que queríamos experimentar y a la vez no.
Tiempo,
tiempo, tiempo, ¿volver más tarde o esperar?
Rabia,
miedo, nervios.
Rabia
al descongelo.
Miedo
y nervios al precipitarse.
Tiempo,
tiempo, tiempo, ¿acabar con esto o no?
Tiempo;
Tiempo
que se agota;
Tiempo
que se descongela;
Tiempo
que absorbe los cambios.
Tiempo,
tiempo, tiempo, has llegado a tu fin.
La
precariedad incalculada de algunos eventos desembocan a pasionales viajes al
estado natural por parte de los humanos. Lo que es aceptable y lo que no, deja
de ser importante ante la incapacidad de una constancia controlable emocional
personal. La finalidad físico emocional de las actividades artísticas dan
fuerza a sentimientos inesperados dentro de un margen esperado. La
majestuosidad de ésta, sin embargo, deja al lado el aspecto plástico para
profundizar en conceptos reinventados en la época contemporánea.
Este
trabajo audiovisual trata de indagar en aquello que el espectador espera o
desea ver durante la exposición de una obra secuencial. El concepto del hielo
da visualmente un aspecto de sencillez a la obra mientras que es mucho más: el
cambio temporal constante de la obra la hace única cada segundo que transcurre,
creando diversas obras espaciotemporales sobre un único concepto. Pero en la
obra también influyen aspectos del estado natural como las consecuencias de
eventos meteorológicos, interacción del mundo animal y humano.
Profesor:
Curiosamente
el primer texto toma, como ocurre muchas
veces, mayor relevancia cuando se desprende del referente. El texto en
abstracto, sin el apoyo del vídeo, cobra un cariz metafórico mayor, más abierto
y más sugerente.
Sobre
el segundo texto, guardemos un silencio respetuoso.
Cuando las líneas son tiempo
Una oración sencilla que encierra
miles de significados diferentes.
Manos,
se dice que en ellas se encierran las líneas que determinan tu vida. Las manos
son un elemento básico para ti. Manos para tocar, manos para acariciar, para
golpear, para arañar, para coger, para forcejear, manos para rozar, manos para
estirar, manos para cabrearte y romperlo todo y luego arrepentirte e intentar
arreglarlo, manos que se entrelazan.
Quizás
las manos sí que sirven para mucho más de lo que nosotros nos pensamos, quizás
no le demos la importancia que se merecen, quizás no nos paremos a pensar que
haríamos nosotros sin ellas; con ellas somos capaces de agarrar el mundo de
alguien, agitarlo con energía y luego pretender que sea el mismo de antes,
antes de que estas interviniesen. Quizás no le damos importancia porque están
ahí, porque no las echamos en falta. Pero llega un día que aquellas manos que
nos han regalado caricias y cosquillas se marchan y no vuelven, y te das cuenta
que sólo te quedan dos, solo te quedan tus dos manos pero, has perdido aquellas
que te cogían la tuya al pasear, las que te habían abierto los ojos, las que te
habían regalado un mundo que agitar y lo más importante, te habían regalado un
mundo que tocar.
Cuando
las líneas son tiempo…
Cuando
el tiempo son momentos…
Cuando
los momentos son manos…
Cuando
las manos son líneas…
Profesor:
Recurso
no invalidado a lo sentimental.
La frase “se marchan y no vuelven”, la concibo
como una función manual de marcharse, no porque la persona a la que pertenecen
de pronto ya no esté, sino porque tus propias manos adquieran una propiedad
inaudita o poética de emprender un camino independiente, como si estuvieran
vivas por ellas mismas y pudieran adquirir su propio carácter o personalidad….
¿A
dónde nos conduce este delirio?
DEBERÍAS ABRIR
LOS OJOS, Sorbitos
Cada
uno hemos escrito algo diferente sobre cómo nos sentimos al ponernos a trabajar
en el video y este es el resultado:
Ana: No sé, tal vez tenía en mente algo
diferente, más profesional seguramente. Así es la vida del estudiante,
aprovechar los pequeños recursos que tienes lo máximo posible y sacarle el
mayor partido. Todos los clips del video están hechos con cosas de casa, con
cámaras de una calidad aceptable y con un editor de videos nada especial. Pero
nosotros queríamos ir más allá, y muchos no entenderán nuestro propósito o no
sentirán nada cuando vean el video, pero todo tiene un doble fondo. El pasillo
interminable acompañado de ese ruido espantoso, las manos atadas sin poder
escapar, el pitido de la televisión…son cosas que nos agobian. Un camino sin
fin, estar atrapadas en algo y un sonido que se cuela en la cabeza y te deja un
poco atontado. Todo está pensado para que agobie, hasta que llegue la paz.
Gymnopédie No. 1 de Erik Satie comienza a sonar y acompaña a la luz. Encender y
apagar. Encender y apagar. Todo al ritmo del piano. Y seguidamente una caja de
música comienza a funcionar, transportándome así a mi infancia. Finalmente
llega Debussy, Clair de Lune y entonces sí que me pierdo entre las notas y el
movimiento de la imagen. No, está claro que no salió como tenía pensado y tal
vez nunca pueda mostrar mediante imágenes como me sentí aquel día en el Espai
13. Hay cosas que no se pueden explicar, ni con mil imágenes, ni con mil
palabras, solo viviéndolo.
Óscar: Bastante difícil saber por dónde
empezar… Quizás debería explicar mi opinión sobre nuestro video. “Es una
idiotez” pensaran algunos. Pues bien… están en su derecho, quizás tampoco sepan
qué quisimos expresar nosotros con este video. Nosotros queremos transmitir
única y exclusivamente sensaciones. ¿Cómo vamos a explicar si no cémo nos
sentimos cada uno de nosotros el día que fuimos a la Fundació Miró? Es totalmente
imposible, pero intentamos aproximarnos todo lo que pudimos. Ese estrés, ese
agobio, esa necesidad de parar el video para tomar aire, o quitarlo
directamente… Creo que si conseguimos que todas las personas que lo vean
sientan esos impulsos, habremos hecho un buen trabajo.
Profesor:
El
vídeo está bien sintetizado. Hay imágenes que no tienen doble fondo, sino que
fondo y apariencia coinciden porque son evidentes. Pero el conjunto es claro,
bien conectado, con cierto misterio e impacto, emulando en alguna medida
contenidos de los clásicos en Video Art.
Por
otro lado, al parecer, continuamos profundizando en la pesadilla.